Aprovechando la gran cantidad de limones que teníamos en casa, aproveché para preparar una de mis cremas favoritas, el lemon curd o crema de limón... Como hice varios tarros, aproveché para congelar algunos y así tener disponible siempre que quiera. Congelados, puedes guardarlos hasta un año entero, siempre que te asegures de almacenarlos en un recipiente hermético.
Truco: si además, los guardas siempre boca abajo, evitas que se forme una capa más densa en la parte superior al estar en contacto con el poco aire que haya en el interior del recipiente.
Y ya que estamos, ¿por qué no redondearlo con un poco de hojaldre y frutos de temporada?
Aquí tenemos el paso a paso, aunque es un postre sencillísimo y rápido de preparar:
Horneamos el hojaldre (a mí personalmente me encanta el de mantequilla), pinchando en el centro con un tenedor para que no suba la parte central del cuadrado con el calor. Así conseguimos este reborde crujiente tan característico.
Una vez listo, lo rellenamos con la crema decoramos al gusto.
¡Fácil, ¿verdad?
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