Hoy os quiero dejar una receta que está de requetechupete y más allá... la famosísima tarta Sacher!!!
No tengo palabras para expresar lo que sientes al comer este dulce, suave, jugoso, delicioso bizcocho... Bueno, sí... ¡me recuerda a los Phoskitos que comía de niña!!! ¿Os acordáis??? ummmm.....
No sólo te llama la atención con esa apariencia brillante y delicada, sino ya el mismo olor a puro chocolate te llama... ¡Y cómo lo hace!!!! jajajaaaa
Ingredientes para el bizcocho (con esta receta salen 2):
800 ml de buttermilk o leche con 30 ml de vinagre
300 ml de aceite de girasol
Vainilla en pasta
4 huevos talla M
600 gr de harina de repostería tamizada
600 gr azúcar
2 sobres levadura en polvo
150 gr de cacao puro en polvo
una pizca de sal
1 cucharada de café soluble
Elaboración:
En un bol ponemos el buttermilk, el aceite, los huevos y la vainilla.
Batimos hasta integrar todos los ingredientes.
En otro bol ponemos la harina, el azúcar, la levadura, el bicarbonato, el cacao, la sal y el café.
Se juntan ambas mezclas con barillas.
Al horno a 180 ºC durante unos 50 minutos aproximadamente, llenando el molde sólo un poco más de la mitad, ya que la Sacher no es una tarta alta (a no ser que se quiera cubrir con fondant, que sería más alta).
Dejamos enfriar el bizcocho en el molde unos 15 minutos y luego desmoldamos y colocamos en una rejilla de enfriamiento.
Montaje:
Abrimos el bizcocho por la mitad y mojamos bastante con jarabe de chocolate.
El jarabe lo haremos como un almíbar normal (mitad de agua y mitad de azúcar), pero añadiéndole cacao en polvo a gusto.
Si la tarta se hace para ser cubierta con fondant no mojarla tanto para evitar que el peso del fondant hunda el bizcocho.
Añadimos una capa de relleno (mermelada de albaricoque o fresa, ganaché de chocolate blanco,..), lo que más os guste.
La cerramos con cuidado, sin que el relleno sobresalga.
Vertemos sobre la tarta, generosamente, chocolate negro fundido (se le puede añadir nata, casi llegando a un ganaché), con consistencia fluída.
Se mete 15 minutos en el frigorífico, para que se endurezca un poco el chocolate de la cobertura.
Con una espátula, levantamos el chocolate que se ha derramado sobre la bandeja y se adhiere a la tarta, y alisamos los bordes para que quede bien cubierta...
Se adorna al gusto y... ¡listo!!!!
A disfrutar!!!
Hola Natalia!me gusta como te ha salido la tarta,seguro que esta bonissima.Me encanta el brillo del chocolaté que has hecho!!
ResponderEliminarmuchísimas gracias de nuevo Gabriela... Si te animas a hacerla, ¿por qué no me lo cuentas???? besitossss
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